A comida é razoável, o sítio lindo, mas o atendimento é uma lástima. Faltam colaboradores para atender, não há prioridades para famílias com bebês e os funcionários que há se embaraçam nas atividades.

Fuimos para cenar pero un poco pronto porque luego era imposible encontrar mesa. Aparte de no respetar el distanciamiento social entre mesas, el servicio dejó mucho que desear, pedimos de primeras unas bebidas para hacer hambre y cada dos minutos nos preguntaban con impaciencia si queríamos comer. Entiendo que lo que quieran es que la gente llegue, coma y se vaya rápido para sacar el máximo de beneficio, pero estas no son formas de hacer las cosas, de hecho pedimos aceitunas y queso por cumplir (5,7€ una pizca de queso con aceitunas) y nos fuimos de allí por el trato…

Antipatia no atendimento. Espera sem fim na chegada da comida. Funcionários não usam máscara na cozinha e alguns também não usam na abordagem aos clientes. Levantei-me, pedia conta da entrada e da bebida já consumidos e fui-me embora. Nunca mais.