Pasteleria de barrio con deliciosos dulcesCafetería de barrio alejada de la zona turística que no tiene nada que envidiarle a otras más céntricas. Pasteles buenísimos (he tomado uno de chantillí con fresas de esos que perduran en la memoria y un bollito de algarroba y crema delicioso). Los sándwiches también merecen una mención especial, en concreto el holandés está de vicio.